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sábado, 15 de febrero de 2014

VIVIR ES FÁCIL... SIN CONJUNTIVITIS

Bienvenidos, mundochoteros. Este post nace con la intención de haceros entender que vivir es fácil, pero para ello debéis abrir los ojos y evitar la conjuntivitis para que no os tomen el pelo al presenciar un festejo taurino; para que no os la den con queso o con casta, sino con nobleza, toreabilidad y flojera; para que no os vendan la moto o el trapío, sino la preciosidad de hechuras o los #TACAZOSGANADERO, para que no os den gato por toro... bueno, esto último, si os lo dan, mejor. Y es que Mundochoto no quiere quedarse atrás en las reivindicaciones que con tanto acierto ha hecho nuestro querido #MORUCHERO, ese gran periodista taurino, perseguidor incansable del toro del antitoreo, y que no cejará en su cruzada por extinguir cualquier vestigio de sangre de toro que no sea derivado del #MANANTIALDENOBLEZAYTOREABILIDAD procedente de la mejor ganadería de la historia, merecedora de los honores de ser reconocida como la primera ganadería brava de la historia, que no es otra que la de Don Juan Pedro Domecq y Díez, después Juan Pedro Domecq Solís.

 Muchos os preguntaréis por qué la necesidad de este post, o el de #MORUCHERO. Sin embargo, los que fuisteis conscientes de las tropelías cometidas en Valdemorillo, sabréis que es ultranecesario este post de adoctrinamien... (de consejo, queríamos decir), para evitar conjuntivitis y otras distorsiones en la vista, que puedan conducir a espejismos o distorsiones de la realidad tales como ver buena una corrida de encaste Santa Coloma, o mala una corrida de encaste Domecq. En esta pseudoferia de Valdemorillo (la llamamos pseudo porque todos sabemos que la primera feria de verdad de la temporada es la de Olivenza) se han visto verdaderas disfunciones visuales, conjuntivitis profundas cercanas a las cataratas, que han llevado a auténticas locuras en el apartado toro, empezando por el antitaurinismo exacerbado que ha mostrado el señor Entero al reseñar una novillada de la peor ganadería de la historia del toreo como es Prieto de la Cal; ganadería que debió extinguirse hace más de cien años para haber evitado eso de "de aquellos barros, estos lodos..."; ganadería que debería llamarse vaquería, puesto que su producción de toros jaboneros es más propia de una vaquería de moruchos de carne que de una ganadería de toros bravos; ganadería que, de existir en España un gobierno que no tuviera conjuntivitis taurómaca, ya se habría ocupado de expropiar y extinguir por el bien de la fiesta de la toreabilidad. Verdadera tropelía, propia de antitaurinos profundos, de ciegos e ignorantes completos en materia taurina, la cometida en esa bonita y cómoda plaza de Valdemorillo.

Y aunque la conjuntivitis del empresario fue profunda, no fue la única, ni la más importante. El verdadero daño a la fiesta viene de la conjuntivitis profunda del tendido, del público que asistió a la plaza, tan grave que es complicado curar con colirios y otros tratamientos. No sabemos si se debió al agua, al viento, al frío... el caso es que la conjuntivitis general impidió una valoración real de lo sucedido en la pseudoferia, y de ahí las consecuencias: triunfadora una corrida infumable, imposible, antitaurina del hierro santacolomeño (el morucho cárdeno de origen salmantino) Ana Romero, y se queda sin premio alguno la corrida de la feria, que no fue otra que la del hierro de Luis Algarra, con toros tan bravos que se rajaron, como los melones más dulces y maduros, con una nobleza, toreabilidad y flojera muy superior a su bravura como le gusta a otro ganadero de época: Daniel Ruiz.

Es por esta razón por la que nace este Post, para servir de colirio a esos aficionados que viven con nubes y pajazos en los ojos que les impide gozar y disfrutar de la fiesta de la toreabilidad, donde sólo hay espacio para el disfrute y la comodidad y donde la sangre Domecq es la única válida para practicar el toreo del S.XXI. Quien no lo vea así, es antitaurino... o tiene conjuntivitis.

P.D. Para un mejor tratamiento de la conjuntivitis y otras disfunciones visuales, recomendamos consultar el capítulo de hoy de Tendido Cero como colirio fundamental.

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